Por iniciativa de Montes-Bradley, López se inicia en la dirección tras cuarenta anos como compaginador en moviola. El tema con el que aborda su transformación, tiene como protagonista a “Margarita”, legendaria cortadora de negativo, cuyas tijeras le dieron forma al cine nacional. El relato se desenvuelve con soltura y constituye un testimonio invalorable sobre los avatares de la “industria” cinematográfica. Margarita evoca frente a cámara la fascinación juvenil con el cine, un fenómeno que va a marcar el resto de su vida. Margarita recuerda su paso por los Estudios San Miguel, por S.I.D.E y los Laboratorios Alex; evoca los fantasmas que habitan las ya desaparecidas salas de montaje donde Hugo del Carril, Eva Duarte, Libertad Lamarque, Discépolo, Leonardo Favio, Aristarain y Torre Nilson, entre muchos otros, forjaron sus oficios junto a un caleidoscopio de técnicos venidos de HungrIa, Alemania, Inglaterra: “una auténtica Liga de las Naciones”, según Margarita.El cine y sus protagonistas, la historia polItica de un siglo plagado de vaivenes, ilusiones, aciertos y derrotas. Negro sobre blanco, primer filme documental de Eduardo López es un testimonio llamado a perdurar entre los mejores ejemplos de su género.